Maravilloso día el que pasamos con Javier y Desirée a pesar de las tormentas (que incluso nos cayeron durante el reportaje) pero que se convirtieron en algo así como cantar bajo la ducha, y es que en un día tan feliz pocas son las cosas que lo pueden estropear. Así que de nuevo salio el sol brillante e intenso, que aun hacía parecer a Javier y Desirée más radiantes de lo que estaban. Las vides fueron nuestras compañeras y el cielo se nos decoró de nubes ¿qué más se puede pedir?
Os deseo todo lo mejor, pronto nos volvemos a ver de nuevo 😉