Hoy es el Día de la Tierra, de nuestra Tierra, nuestro habitat, aunque no solo sea nuestro. Si la cuidamos – si, todos los días del año, no solo hoy – y la respetamos, también la amaremos, y descubriremos todas esas maravillas que nos rodean y de las que en muchas ocasiones no somos conscientes de que están ahí, también todos los días del año.
Hay están los bosques verdes de la primavera y los dorados, ocres y rojizos del otoño; nuestras montañas majestuosas e imponentes como gigantes de piedra; las aves, siempre despertando nuestra mueca de envidia por la libertad de su vuelo; los mamíferos, las graciosas ardillas de nuestros bosques o esos escaladores carentes de vertigo que son los rebecos, nuestros sarrios; la mística de la nieve y de los inviernos blancos; la magia del arcoiris y de muchos otros pequeños animales… ¿Acaso no son estás maravillas de nuestra Tierra?
«Existe placer en los bosques sin senderos, | Existe éxtasis en una costa solitaria, | Hay compañía en la que nadie se inmiscuye, | En el océano profundo, y música en su rugido, | No amo menos al hombre, sino más a la naturaleza, | De todos esos instantes, donde robo | Por todo lo que puedo ser, o he sido antes, | Por mezclarme con el Universo, y sentir | aquello que nunca podré expresar, ni tan siquiera llegar a concebir.»
George Gordon Byron [1788-1824]
¡Feliz Día de la Tierra!